Hoy quiero hablarte del poder de las segundas oportunidades. En realidad, te voy a hablar de segundas, terceras, cuartas… porque cada vez que intentas algo nuevamente hay un impulso cada vez mayor y un paso mas cerca de lograr lo que quieres.
Tengo un objetivo con este artículo: impulsarte a que sigas. Amiga, no te detengas. No ahora. Sin importar las dificultades que estes enfrentando, quiero decirte que tienes todo lo que se requiere y el mundo necesita lo que tienes para dar.
Nos han metido en la cabeza la idea del éxito o el fracaso con una visión a blanco y negro, como si en el mundo solo existieran dos grupos de personas. Lo triste no es el pensamiento colectivo sino que hay mujeres talentosas que se creen esa historia y, después de un par de caídas, se limitan y dejan de creer en si mismas o en su sueño.
Pero tu no. Tu estas acá porque quieres mas de tu negocio y tu vida. Estas dispuesta a enfrentar nuevos retos, a lograr tus sueños y diseñar el destino que deseas.
Las oportunidades se crean
Lo primero que te diré es que no creo en la mágica llegada de las oportunidades, no creo en la suerte y he decidido dejar el azar fuera de mi vida. Las oportunidades se crean. Así nada mas. Sin embargo, para que realmente una situación se convierta en una oportunidad debe estar alineada con el propósito o meta que estamos persiguiendo.
Una vez tienes claridad en lo que estas buscando, en tu porqué y en lo que quieres alcanzar, estarás lista para crear tus oportunidades. Porque cuando deseas algo con mucha fuerza, con convicción y pasión, encontrarás la forma de lograrlo (estrategia) y cada acción que emprendas irá llevando al siguiente paso, atrayendo a ti aquello que necesitas (oportunidades) para que avances en tu proceso hacia el logro.
Sin embargo, esto solo es cierto si sigues el ciclo del crecimiento. Esta secuencia es fundamental para lograr el progreso, pues marca la diferencia entre las que son persistentes y alcanzan sus logros y las que solo siguen cavando pensando que la que mas trabaja es el que mas logra.
El cliclo del Crecimiento
Intentar — Fallar — Aprender — Capitalizar — Reintentar
¿Conoces a nadie que se haya vuelto maestro en lo que hace de la noche a la mañana? Yo no. Todas hemos iniciado fallando, errando y probando, pero precisamente, volviendo a intentar y creando nuevas oportunidades es que nos volvemos realmente buenas en lo que hacemos.
La clave está en encontrar aquello que funcionó y aquello que no de cada uno de tus intentos y claro, tomar acción. No sirve de nada volver a intentarlo sin hacer una mejora.
Las personas exitosas aprenden del fracaso, lo aprecian, lo valoran y atesoran sus enseñanzas. Por eso, pregúntate ¿Qué aprendí? ¿Qué puedo mejorar? ¿Qué necesito para la próxima vez sea diferente? Cuestiónate con curiosidad y mente abierta.
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Las oportunidades necesitan cambios
Finalmente, recuerda que como emprendedora es necesario que cargues en tu equipaje la valentía para tomar decisiones arriesgadas, proponerte retos nuevos y empujar los límites de tu zona cómoda. No hay garantía de que las cosas saldrán como quieres, pero siempre que hay un cambio estas creciendo y si este cambio es intencional, al final te aseguro que estarás mejor que al principio y mas cerca de alcanzar tus metas.
Por experiencia te digo que los mejores momentos de mi vida han llegado después de enfrentar situaciones de cambio. No necesariamente después de una caída, pero siempre tras la decisión de reacomodar la ruta y perseguir nuevos rumbos: redefinir mi profesión, la llegada de los hijos, invertir en un nuevo proyecto, apostarle a un nuevo plan, cerrar un negocio o abrir otro…
Así que amiga, es momento de crear oportunidades nuevas y volver a vibrar con retos ambiciosos que te llenen de entusiasmo y revivan tus ganas de lograrlo todo.
Es Buenahora para nuevas oportunidades. Nos vemos pronto,